El pueblo, como casi todos los de la zona, es de postal, el hotel se llama du Fronton y como os podéis imaginar, está pegado al frontón. Poco más hay en el pueblo, dos bares, dos restaurantes y dos tiendas en las que se vende confitura de cerezas, típica del pueblo y muy rica. El hotel tiene parking y piscina, y por fuera es precioso, pero por dentro es muy normal, espacioso, pero decorado más o menos como una habitación de clínica privada, eso si, con unas vistas preciosas a Pirineos. El precio fue de 75 € (habitación dos desayunos y tasas).
Nada más llegar ya estaban jugando a mano en el frontón, y al día siguiente y el siguiente lo mismo. Parece que es lo que se hace allí los fines de semana. Para cuando tuvimos organizado todo eran las 8 y cuarto, así que preguntamos hasta que hora daban cena y nos dijeron que hasta las ocho y media, visto lo visto optamos por dar un mini paseo con la lambretta Jet 200 hasta el Paso de Roldán, una maravilla de camino pegado a un caudaloso río. Al llegar al final optamos por seguir una estrada y lo que suele pasar, no tenía final! creo que fueron 20 km por un camino entre bosques sin una sola casa, hasta llegar a un lugar civilizado y preguntar por un camino distinto de vuelta.
Ya era tarde, imposible cenar en Francia a esas horas. Nos perdimos por las calles de Cambo les Bains (Kanbo) y al llegar a un hotel que estaba por allí tan perdido como nosotros nos informaron de un lugar abierto en la zona baja de Cambo, el Hotel Restaurante Tante Ursule, también junto al frontón y en un sitio precioso de casas blancas con las ventanas granates.
La cena muy normalita, pero económica (23 € persona), el día siguiente cenamos en Espelette (Ezpeleta), en el Aintzina (centro de la villa) y ahí si que comimos bien, lo mejor el vino que tomamos que estaba bien bueno, sobretodo comparado con el del día anterior que pedimos el de la casa cuando estando allí lo que hay que pedir es un vino de la zona, en este caso un Irulegi, nosotros optamos por el Mourguy (22 €). Los franceses cenan con medias botellas o jarritas pequeñas de vino, nosotros optamos por la botella entera y se acabó rapidamente, así que luego volvimos hasta Itsassou por una estrada de siete km. sin una sola luz excepto la poca de la Lambretta y a toda velocidad para dar un poco de emoción al viaje, eso si que es escuterismo salvaje!
Pero antes de eso, el sábado, día grande optamos por hacer una ruta de 150 km que nos llevo desde el campamento base hasta Ainhoa, Sare (Sara) donde había un grupo de personas cantando y bailando. Luego a San Juan de Luz, donde solo hubo visita motorizada ya que conocemos bien la ciudad, y de ahí a Biarritz, donde tampoco paramos ya que no me dice mucho ese lugar (supongo que algún día me tocará descubrirlo, ya que a todos encanta). Como hacía mucho calor optamos por seguir los consejos de la guía y dirigirnos a la playa de Dunes, en Anglet (Angelu) -nos costo lo suyo llegar, desde que pone Anglet hasta que llegas a la playa pueden pasar 20 minutos!- y muy apreciada por surfistas por ser la más 'salvaje' (salvaje para ellos), lindante con el golf de Xiberta y con un único acceso a través de un paso subterráneo.
Allí estuvimos hora y media con unos sandwiches que habíamos comprado en el camino y tras la playa nos dirigimos a Bayonne (Baiona) aparcamos en La Petit Bayonne (Baiona Ttipia) y tomamos unas cañas por sus animados bares, ¡en la calle Pannecau hay una tienda de vinilos! Luego pasamos al otro lado de Baiona, zona más turística y comercial, pero igualmente agradable.
Desde ahí fuimos por el río hasta Bastida y de ahí a Hasparren y luego a Espelette a cenar como ya os he contado.
Como es normal nos perdimos bastantes veces, entre que hay nombres en euskera y otros en francés y guías en uno y otras en otro y que no conoces pues te lías, pero al final siempre llegamos a los sitios y además muy contentos, perderse por los caminos es acierto seguro de buen paisaje y pocos o ningún coche.
En Iparralde todos los pueblos están bien conectados por buenas carreteras, pero si lo que buscas es viajar con calma, te recomiendo que nunca cojas las vías principales, vete por las secundarias, o las estradas que te llevarán al mismo sitio pero por paisajes de locura.
Ese día la Lambretta empezó por la tarde a darme problemas, unas cuantas explosiones y no me dejaba arrancar con la pata casi nunca, así que tuve que empujar unas veces y otras dejarme caer por una cuesta hasta que la scooter arranque. En este video se me ve subiendo ya con la moto arrancada.
El domingo nos dirigimos hacia el este, primero a Baigorri y de ahí a Saint Jean de Pied de Port (Donibane Garazi), ciudad que estaba ¡a tope con el peregrino!. Tengo un pequeño video de Baigorri, pulsa aquí, es curioso ya que estaban jugando un partido de cesta punta de una forma curiosa, para mi desconocida, una persona, sin cesta, golpeaba la pelota en el saque contra una banqueta y al botar la golpeaba con la mano hasta el frontón y a partir de ahí empezaba el juego como si fuese tenis, contra el equipo contrario que esta al final del frontón. Unas jugaban con cesta corta y otros con larga, muy muy chulo. Toda esta zona es famosa por sus vinos, de los que os he hablado antes, los vinos de Irulegi. Es muy chulo pasear en Lambretta entre los montes plagados de cepas. Después cogimos dirección norte y dando un rodeo llegamos a Irissarry.
Esta foto está tomada allí y no, no nos la sacó uno del pueblo, la sacamos con el temporizador de la maquina, ya que en el pueblo no había un alma! Esto es muy normal en esta zona, son muy pocos vecinos y al mediodía o al anochecer es imposible ver una persona.
Dió la casualidad de que se nos rajó la maguera que lleva la gasolina al carburador, solo me hacía falta una tijera para arreglarlo, pero ni un alma... al final encontré una navaja entre las herramientas y pude acortar y montar el tubo sin problemas.
Luego otra vez dirección norte hasta Hasparren y por un camino distinto vuelta al punto de partida. Montar la scooter en el carrito y en dos horas y cuarto en Getxo donde celebramos el fin del viaje con otros escuteristas del Azkorri que se encontraban cañeando por las calles de Algorta. Y colorín colorado, como buenos lambretistas, estos escuteristas acabaron con el culo destrozado.
4 comentarios:
Precioso viaje, he disfrutado ya con sólo leer tu cuaderno de bitácora. Y con Lambretta, madre mía, magnífico sin duda.
Un abrazo
Àlex
Se hace saber que el que ha escrito la entrada se llama Borja, y es uno de los 3 miembros del Azkorri SC que solemos hacer entradas en este blog.
Y sí, la verdad es que leyendo la crónica del viaje, echando un vistazo a las fotos, y viendo los vídeos se le ponen a uno los dientes muy largos. Y más pensando que no fuimos nosotros también porque no cabían dos scooters en el remolque.....
La siguente vez dirigete hacia Mauleon y tambien es precioso recorrer el discurrir del Adour desde Bayona hacia los Pirineos.Otra es el valle de los Aldudes que por lo que veo estuvisteis muy cerca. Y cada vez que alguno vamos a Francia tenemos el mismo problema los horarios de las comidas jajaja hay que ir con la bagette y los ibericos en la mochila ahhh y la navaja para hacer el bocata o solucionar el tubo de la gasolina ,un abrazo Azkorrisboys
Si mi manera de entender el scooterismo y de afrontar el viaje es de esta forma sin ninguna duda.
saludos
Jero.
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